Sucede en apenas una hora y media y es gozoso ver en la pantalla una película tan humorosa y divertida. Se titula Sucedió una noche y la protagonizan Clark Gable y Claudette Colbert, el espiritoso guion es obra de Robert Riskin, la dirigió Frank Capra en 1934, fecha que vale la pena retener para entender mejor el contexto en el que nos movemos, pues hacía apenas cinco años había tenido lugar el Crack del 29.
Nos encontramos ante una comedia de enredo, de chico se gusta de chica y viceversa. Ella, Ellie, es la hija de un millonario que poco antes del inminente enlace con un piloto arribista, se da a la fuga, tratando de llegar a Nueva York de incógnito. Su padre mueve Roma con Santiago para dar con ella, sin éxito. En su travesía, a bordo de un autobús, ella conocerá a Peter un joven apuesto, un periodista que está sin blanca y que se dispone a socorrerla. Así, entre una cosa y otra irán surgiendo en ellos sentimientos de cariño, por mucho que se tiren los trastos a la cabeza o no quieran confesar –hasta el final- sus sentimientos recíprocos, al tiempo que él le reprocha a ella ser una niña mimada y consentida, al que su padre ha pagado todos sus caprichos de niña bien. El ritmo de la película es frenético, pues nos encontramos ante una road movie, donde los dos vienen a ser una suerte de fugitivos que van haciendo kilómetros (más de cuatro mil) ya sea en autobús, a pata o en autostop dando lugar a secuencias inolvidables como esa en la que Peter tratar de retener sin éxito a ningún coche y donde ella le demuestra que vale más una extremidad femenina que un pulgar varonil o las canciones interpretadas en el autobús, donde reina la fiesta y la alegría. Muy presente siempre la moral ¡hablamos de 1934! así que cuando les toca dormir bajo mismo techo, una manta hará las veces de biombo, o de Murallas de Jericó según Peter evitando así cualquier contacto físico, sin que impida que el virus del amor contamine a los dos. A su vez Peter se mueve, según él por sus principios y así se lo hará ver al padre de ella cuanto tenga ocasión. El desenlace se decanta hacia el happy end, pues el padre de la casadera quiere ver a su hija feliz y en ese sentido la película es moderna pues anima a su hija a que plante a su novio y se vaya con el hombre del que cree estar enamorada. Dentro de pocos años películas como la presente habrán cumplido un siglo de vida. En este caso la edad no importa porque gozan de salud y su alegría, su vitalidad, su humor es contagioso y siempre recomendable y tonificante. La película consiguió muy merecidamente los cinco grandes premios en la gala de los Oscar del año 1935: Película, Director, Actriz, Actor y Guión.
QUé tiempos me trae esta película. Es muy buena y divertida. Cuando un guión es bueno, todo lo demás va como la seda.
hola me ustaria encontrar nombre de una pelicula se trata de una pareja que lucha para sobre vivir en la segunnda guera mundial y al fianl de elaaa pelicula se se perdieron de vista porque la mujer se enfermo y tenia que llevarlo en un hospital en sueca