Trece campanadas crítica película

trece campanadas
Dirección Xavier Villaverde

Intérpretes Juan Diego Botto (Jacobo) Marta Etura (María) Laura Mañá Luis Tosar (Mateo) Elvira Minguez (Madre)

Guión Juan Vicente Pozuelo Curro Royo

Fotografía Javier Salmones

Música José Nieto

Montaje Carmen Frías

Jacobo un joven atormentado, recibe una llamada de su vecina para que regrese a España, a Santiago de Compostela, desde Argentina,dónde vive para ver a su madre la cual está ingresada en un hospital psiquiátrico, aquejada de esquizofrenia. En el encuentro con la madre, Jacobo se viene abajo, ante el estado de la madre.

Su padre, Mateo, era un excelente escultor, dedicado en cuerpo y alma a su trabajo. De caracter malhumorado y despótico inicia a Jacobo desde muy temprana edad en el arte de la escultura. Y ahora que Mateo está muerto, jacobo se ve obligado mediante las pesadillas y visiones que sufre ( se medica, pues sufre depresiones), a culminar la obra que su padre estaba haciendo antes de morir: Un conjunto escultórico para la Catedral de Santiago, ciudad en la cual está rodada la película.
Jacobo recibe ayuda de su vecina y amiga, María que intenta sacarlo de ese precipio al cual Jacobo cree caer fruto de sus alucinaciones, que le obligan a hacer cosas que no desea. Las interpretaciones son excelentes, tanto Elvira Minguez ( en el papel de madre esquizofrénica), Marta Etura ( María ) con esa belleza angelical velando por el estado mental de Jacobo. Luis Tosar ( Mateo ) un ser despreciable en todos los sentidos dotado de un don extraordinario para la escultura.
Las luchas dialécticas y físicas que mantienen padre e hijo a lo largo de la película son emocionantes y creibles, creando un halo de angustia y tensión. Los diálogos son sencillos, alejados de la retórica y de la ñoñeria característica de las películas de suspense. La Catedral de Santiago y la pertinaz lluvia envuelve bien la película en ese halo de misterio. Botto resulta convincente en la piel de ese artista atormentado, por un pasado lúgubre que apenas intuimos, el cual le tortura, a consecuencia de una noche concreta que apenas recuerda y que al final de la película desvela, así como el sentido de las trece campanadas, título de la cinta. Entretiene de principio a fin, está rodada dosificando bien los momentos de suspense, sin caer en el susto fácil o previsible. Y goza de unos diálogos e interpretaciones muy por encima de la media tratándose de este género.

Es la tercera película dirigida por Xavier Villaverde

Trece campanadas Página oficial

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1 comentario en «Trece campanadas crítica película»

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