La Precuela
Lo malo de las frases «apocalípticas» es que suele haber muchos ejemplos para echarlas por tierra. Para aquella de «Nunca segundas partes fueron buenas» hay ejemplos a cientos que la hacen absurda como tal, y en lo aplicado al cine, seguro que a cualquiera le vienen a bote pronto unos cuantos.
Pero el cine, no sabemos si para esquivar el refranero, ha buscado la vuelta de tuerca y lo de segundas partes ya se ha quedado atrás en muchos casos. Secuelas, spin-offs, o, como en este caso, una precuela, hacen las veces de continuidad de personajes, reinventados, en diferentes situaciones o puestos allá donde los productores piensan que van a dar más juego (y dinero, de paso).
Roald Dahl
Si al cóctel de la precuela le añadimos un personaje exquisito y excéntrico, salido de la mente de Roald Dahl, muy mal se tienen que dar las cosas para que no sea buena, o al menos aceptable una segunda parte.
Así este Wonka nos cuenta los inicios de un Willy Wonka al que hemos visto en Charlie y la fábrica de chocolate magistralmente interpretado por Johnny Depp en la versión de 2005 de Tim Burton y por Gene Wilder en 1971 en la película dirigida por Mel Stuart.
Wonka es Thimothée Chalamet
Sólo nos falta para redondear la receta añadir a Thimothée Chalamet para interpretar al icónico personaje de Wonka en esta ocasión. El joven actor está que lo rompe, en auténtico estado de gracia y convirtiendo en oro todo lo que toca, o mejor dicho interpreta. Os recomiendo cualquiera de sus últimas películas, como la que le dio la nominación al Oscar, Call me by Your Name, aunque estoy deseando verlo en la segunda parte de Dune.
Fabricando chocolate
Chalamet se pone en la piel de un joven Wonka que llega a la ciudad dispuesto a hacer lo que mejor sabe, fabricar chocolate y hacerlo asequible a la gente, pero se encuentra con que la amabilidad que presupone en los demás no es tal. Además choca de frente con una negrera que regenta una pensión y con un cártel del chocolate establecido en los almacenes donde se vende el mejor producto del mundo.
La historia, como todas las de Dahl es un tanto oscura y tragicómica, se le hace pasar mal a los protagonistas, pero al final los malos siempre acaban recibiendo su escarmiento y en la bondad se impone.
Es una película apta para niños, que verán solo lo divertido y mayores, que apreciarán una mayor profundidad en la trama. Entre los secundarios algunas caras conocidas como Rowan «Mr. Bean» Atkinson o Hugh Grant haciendo de Umpa-Lumpa. Destacan también la joven Calah Lane y un gracioso personaje de jefe de policía de Keegan-Michael Key.
Me asombra que muchos no sepan que es un musical, y de hecho la película empieza ya con Wonka interpretando una canción.