Película: Argo. Dirección: Ben Affleck. País: USA. Año: 2012. Duración: 120 min.
Género: Thriller. Interpretación: Ben Affleck (Tony Mendez), Bryan Cranston (Jack O’Donnell), John Goodman (John Chambers), Alan Arkin (Lester Siegel), Victor Garber (Ken Taylor), Tate Donovan (Bon Anders), Clea DuVall (Cora), Kyle Chandler (Hamilton), Scoot McNairy (Joe), Chris Messina (Malinov), Taylor Schilling (Christine Mendez).
Guion: Chris Terrio; basado en un capítulo de “El maestro del disfraz”, de Antonio J. Mendez; y en el artículo “The great escape” de la revista Wired, escrito por Joshuah Bearman. Producción: George Clooney, Grant Heslov y Ben Affleck.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Rodrigo Prieto. Montaje: William Goldenberg. Diseño de producción: Sharon Seymour. Vestuario: Jacqueline West
Dos andaluces se plantan delante de un cine un viernes por la noche.
– ¿Quillo, qué quieres ver?
– Me da igual, quier vero argo, lo que sea.
Argo está basada en hechos reales. Hace unos años se desclasificaron unos documentos por el Gobierno Americano y entre esos documentos salió a la luz una historia de lo más curiosa que es la que nos cuentan en la película. Estamos en Irán, el 4 de noviembre de 1979. La revolución iraní alcanzaba su punto álgido y los militantes irrumpen en la embajada de Estados Unidos en Teherán tomando como rehenes a cincuenta y dos prisioneros estadounidenses. Seis de ellos logran escapar y encuentran refugio en casa del embajador canadiense. Su vida pende pues un hilo, pues están rastreando los domicilios de toda la ciudad, buscándolos.
La CIA decide intervenir y Tony Mendez (Ben Affleck) uno de los agentes especializado en secuestros, a quien de momento siempre le ha ido su trabajo de cine, elaborará un surrealista plan para sacarlos del país. Un plan tan increíble que solo podría salir bien en una película. Amigos, se trata de hechos reales, lo cual hace la historia todavía más increíble.
Affleck demuestra sus dotes como director para poner en pie una obra arriesgada, ya que puede resultar un trullo sino se anda uno con ojo. Para ello le da a la historia, bien documentada, un ritmo trepidante, que no ceja hasta el final, y el montaje es fabuloso, de ahí que se pase el tiempo volando, sufriendo con los personajes, a quienes queremos ver del país sí o sí porque el ambiente irrespirable que los envuelve no puede quedar mejor registrado. Las interpretaciones funcionan a la perfección y hasta Affleck está creíble.
Al final Tony decide jugarse su vida para hacer bien su trabajo, porque no quiere dejar a nadie atrás, porque es un tío íntegro, que ante una situación alarmante propone una idea disparatada que ejecutará con la precisión de un reloj suizo. Me encanta el vestuario, la fotografía que recoge con acierto los finales de los 70, ese heroísmo discreto de Tony que no podrá compartir con nadie sus fracasos, ni su éxito si es tal.
Argo es una película entretenida, con un halo de suspense y tensión máxima que se mantiene durante todo momento. Todo un reto. Lo que Affleck logra es una proeza. Una película apasionante, de las que te dan ganas de aplaudir cuando acaba, y abrazarte con quienes tienes cerca, como cuando tu selección gana el Mundial de Fútbol. Parecido.