McGuffin

A los 90 años y en su domicilio de Beverly Hill, esta madrugada ha fallecido el actor Glenn Ford, uno de los clásicos. Canadiense de nacimiento, pero estadounidense de adopción, será recordado por muchas de sus películas, pero quizás sobre todo por la recordada escena de la sonora bofetada que le dió a Rita Hayworth en Hilda, con la que además trabajó en 5 películas.

Su carrera comenzó en 1939 y alcanzó notoriedad por sus papeles protagonistas en «Los sobornados», de Fritz Lang, en 1953, en el que interpretó a un policía decidido a vengar el asesinato de su esposa; en «Semilla de maldad», de Richard Brooks, en 1955, en la que fue profesor; y en «La casa de té de la luna de agosto», de 1956, en la que interpretó a un soldado estadounidense en Japón.

Tras su primera película, «Heaven With a Barbed Wire Fence», Ford apareció en varias películas dramáticas de bajo presupuesto antes de unirse a la Marina en 1942.

Tras volver de la Segunda Guerra Mundial, protagonizó su primera película de gran presupuesto, el romance «Gilda», con Hayworth en 1946. El film fue un éxito y Bette Davis confirmó su categoría al elegirle para protagonizar junto a ella «Una vida robada» el mismo año.

Ford siguió siendo una buena apuesta para las taquillas durante los 50, pero cuando su carrera decayó en los 60, su popularidad con el público siguió intacta.

El propio Ford comparó su perdurable personalidad con la de otras estrellas firmes pero tranquilas, como Jimmy Stewart y Henry Fonda.

«Es la forma en que decimos nuestras frases», dijo Ford. «No las memorizamos, sino que tomamos el sentido y las cambiamos para adaptarlas a nuestra personalidad», añadió.

Ford estuvo casado cuatro veces, la más famosa con la actriz Eleanor Powell, de 1943 a 1960.

Tiene un hijo, Peter, de 61 años, también actor.

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