Crítica Tú la Llevas (TAG, 2018)

Película tan tonta como el juego al que juegan sus protagonistas cuarentones y que da título a la propia película. Sí, el Tú la llevas.

La trama se basa en una cuadrilla de adultos que no han madurado y que llevan como unos 30 años jugando al Tú la Llevas durante el mes de Mayo cada año. En ese mes pierden toda compostura o atisbo de madurez que les pueda quedar para dedicarse a perseguirse jugando a este juego al que empezaron a aficionarse de niños.

Pero uno de los componentes de la cuadrilla, atención, no ha sido nunca pillado y quieren hacerlo de una vez por todas ya que han descubierto el lugar perfecto para hacerlo: su boda.

Aunque pueda parecer disparatado, la película empieza con uno de esos rótulos de «Basado en una historia real». Y ciertamente, hay pruebas de ello, ya que las escenas post créditos son de los originales jugadores haciendo de las suyas, en algunos casos con elementos muy parecidos a los que vemos en el propia película.

Tú la llevas

Al principio vemos la primera «pillada» de este grupillo. Uno de ellos consigue trabajo en la empresa que dirige el otro y le pilla a traición mientras éste está siendo entrevistado para el Wall Street Journal. Increíble, pero cierto también. No sé la exactitud, porque el diario es de pago y no he podido leer el artítulo original ni el de la editora contando la historia, pero ahí están.

La película en si no tiene mucha gracia, es muy tonta, han estirado una historia graciosa que da como para un artículo en el periódico, pero no como para una película entera y se hace algo larga y sin sustancia.

La máxima que repiten varias veces es que no dejas de jugar porque te haces mayor, te haces porque dejas de jugar, y en eso se basan para hacer una película gamberra, pero muy ingenua, que recuerda a la hermana tranquila de Resacón en Las Vegas, porque comparte protagonista, pero es muy olvidable.

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