Dirección: Chus Gutiérrez.
País: España.
Año: 2004.
Duración: 90 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Verónica Sánchez (Sara), Macarena Gómez (Leo), Juan Sanz (Ernesto), Ruth Díaz (Carmen), Nuria González (Antonia), Aitor Merino (Toni), Estíbaliz Gabilondo (Marta), Jordi Vilches (Ferdy), Lluvia Rojo (Chus), Nilo Mur (Jorge), Antonio Dechent (Sr. Matas), Isabel Ordaz (Ana).
Guión: Juan Carlos Rubio y Chus Gutiérrez.
Producción: Tomás Cimadevilla.
Música: Tao Gutiérrez.
Los años 80 y la archiconocida movida madrileña dan pie a esta historia, que cuenta las aventuras de un grupo musical compuesto solo por mujeres, Las Siux, que con aires libertarios rasgaron las vestiduras de la encorsetada moral imperante.
El cambio social experimentado por la sociedad española, la cual salía del letargo de cuarenta años de dictadura, una España que vivía bajo el yugo de la iglesia y el tricornio, se plasma en la figura de Sara ( Verónica Sánchez), una universitaria que vive bajo la férrea férula materna que se desmiembra, cuando la joven entra en contacto con los vapores etílicos, las drogas, el sexo, y conoce a gente de todas las índoles sexuales, pasando a formar parte del grupo como cantante.
El tema de la movida puede verse desde varios puntos de vista. Uno sería incidiendo en el aspecto musical. El surgimiento de multitud de grupos, a los cuales les importaba poco cantar bien o mal, lo mismo que tocar. Primaban las ganas y la ilusión sobre la calidad artística. Lo importante era subir al escenario, gritar libertad, desfasar, mostrarse tal como eran, sin cortapisas ni frenos morales y oxigenar el rancio ambiente que todo lo impregnaba. Es esa la parte más interesante y amena de la película. Como entra Sara a formar parte del grupo ( la divertida escena en la cafetería), sus actuaciones, los diálogos en los camerinos, las artimañas del promotor musical colocando el producto en las discográficas, y un trío protagonista solvente que hace unas buenas interpretaciones.
Otra opción es incidir en la problemática social, en tratar de plasmar como era esa España de comienzos de los ochenta ( una serie de telecinco de nombre los 80 lo intentó, sin demasiado éxito, pues fue retirada de la programación sin haber emitido todos los capítulos), convulsionada por un golpe de Estado ( 23 de febrero de 1981) que hizo dudar de la firmeza de la democracia, en una Constitución ratificada popularmente en referéndum. En este aspecto la película cojea. En su empeño de mostrar toda una galería de personajes lo más amplia posible, cae en el topicazo y la caricatura. No falta nadie;
El anciano facha, la transexual descocada que quiere ir Londres, el joven panfletario proclive a los tríos, y no musicales precisamente, la pija estrecha que quiere dejar de ser virgen a la búsqueda de un pijo, la otra pija que descubre su orientación sexual lésbica, el joven indefinido sexualmente, el promotor musical trepa, la madre carca e insoportable, el padre calzonazos, el hijo amante de las bandas militares, el policía viciosillo adicto a las mamadas transexualísticas. Todo un mosaico de lo más granado.
De todos modos la película resulta entretenida y tiene algunos buenos momentos. Hablando de la movida, era inevitable que no saliese el nombre de Almodóvar. Vemos unas imágenes de un Pedro más estilizado que ahora, en el escenario junto a su compañero Mcnamara. A tener en cuenta el nombre de Ruth Díaz, la cántabra reinosana que interpreta a Carmen.
IMDB
Web Oficial
3 comentarios en «El calentito crítica película»