El Capitán (Robert Schwentke)

El Capitán, dirigida por Robert Schwentke (responsable también del guion), es una película espléndida. Cuando la segunda guerra mundial está ya en sus postrimerías, y la derrota del III Reich es un hecho, algunos soldados alemanes desertan. A uno de ellos, Willi Herold, lo vemos corriendo por un bosque, huyendo como un conejo del arma que puede ultimarlo. Este joven soldado, logra esconderse entre las raíces de un árbol. Salva su vida y poco después encuentra un vehículo, y en su interior un uniforme del que decide echar mano. El uniforme de un Capitán. De esta manera el desertor se convierte en un alto mando. El hábito hace al monje dice el dicho, que la película sanciona. Herold, embutido en su nuevo uniforme, se ve investido de una autoridad que le da pie para sacar al exterior su vena más violenta, despiadada e inhumana. No hay vuelta atrás, no pueden pillarlo con el pie cambiado y hará todo lo posible, en este contexto, en el que lógico es abandonar las armas y rendirse, para seguir abanderando la causa nazi; algo paradójico en un soldado que había decidido desertar. La deserción es aquí un proceso inverso. En lugar de dejar las armas, este era el propósito de Herold, al huir, dejar las armas y salvar el pellejo, supone dar un decidido paso al frente, pasar de ser un soldado raso a alguien capaz de entrar en un campo de concentración y asesinar a los reclusos sin que le tiemble el pulso. Dando alas a aquellos violentos que no quieren asumir su condición de derrotados. Creando su propio comando, con él al frente, a la proa de su vehículo.

Rodada en blanco y negro, las escenas en el campo son durísimas, por su visceralidad. Vemos seres humanos tratados como ganado, reses temerosas, hacinadas, doblegadas ante la presencia de un uniforme, un arma, una voz estridente, que los va achicando hasta la inexistencia, ante la imposibilidad de rebelarse, luchar, oponer la mínima resistencia.

La historia es real, lo cual hace la película si cabe más sorprendente. Cuando Herold deba responder ante la justicia alemana, serán benevolentes con él, pues su conducta no por extraña deja de ser valerosa, encomiable incluso, para mentes enfermas como la del fiscal, que ve en Herold alguien valioso para seguir luchando por Alemania a pesar de la derrota.

La película está disponible en Prime Video.

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