TÃtulo Original: Ai-no corrida (L’empire des sens)
Dirección y guión: Nagisa Oshima
Intérpretes: Tatsuya Fuji, Eiko Matsuda, Aoi Nakajima, Yasuko Matsui, Taiji Tonoyama, Kanae Kobayashi, Melka Seri
Género: Erótico festivo
Hay tÃtulos sobre los que no se puede volver sin tener en cuenta el año en el que se realizaron. Viajamos hasta 1976. En España la reciente muerte de Franco ha hecho renacer la libertad en el paÃs y el mundo del cine por fin se ve liberado de la censura. Ya no se recortan los besos de las pelÃculas ni es necesario coger un autobús para irse a Persignan a ver como un hombre maduro y una joven entregada bailan su Último Tango en ParÃs. Lozanas Andaluzas que lo muestran todo, Cambios de Sexo, Placeres Ocultos,… los españoles por fin pueden alegrarse el ojo a 24 fotogramas por segundo.
También en Estados Unidos se respiran aires de polémica, con jóvenes actrices, futuras ganadoras de estatuillas doradas, que a sus 12 años interpretan a prostitutas en las calles de Nueva York, ante taxistas desequilibrados.
Sin embargo, hay una pelÃcula que lleva el escándalo allá donde se proyecta, a nivel mundial. Con una factura técnica y una historia de la que carecen los tÃtulos españoles del destape, pero con una cantidad de sexo explÃcito y macabros juegos de pareja que le falta a pelÃculas como el referido Taxi Driver.
Son unos años en los que las mentes que todavÃa no piensan que la dictadura haya caÃdo se escandalizan por todo lo que ven (varias veces) y a los por fin desatados librepensadores todo les parece poco. En ese ambiente de cambio constante una pelÃcula como El Imperio de los Sentidos estaba destinada a triunfar. Por fin esta piel de toro se ponÃa en algo a la altura del resto de Europa, recuperando el tiempo perdido y aquà también nos escandalizábamos de lo escandaloso, pero con la libertad por fin de tener acceso a ello.
Pero dejando a un lado los condicionamientos sociales de la época, esta pelÃcula se toma las cosas muy en serio. Es la historia de una joven nipona que usa el sexo como herramienta de placer, cada vez de una forma más extrema. Lo que al principio son unas prácticas normales se van convirtiendo cada vez más en obsesivas, queriendo experimentar cada vez nuevas técnicas que le lleven a umbrales de placer más altos, hasta llegar a la consumación del acto consumiendo la vida de su amante.
El sexo es el catalizador de una historia de pasión, que podÃa contar la vida de un ludópata o de un obsesionado por las telenovelas de la televisión, da igual, solo es un vehÃculo para ver hasta donde puede llevarnos la obsesión por algo. En eso los japoneses son muy suyos, pues cosas como el honor son más importantes que la vida, por tanto, jugársela por obtener el placer deseado no será algo que vean como una aberración. De todas formas hay muchas cosas de las culturas orientales que los occidentales nunca comprenderemos, asà que cada cual vea la pelÃcula para sacar sus propias conclusiones, ya sean mundanas o filosofales, lo seguro es que algo quedará.
Para acabar, no sé si el tÃtulo original en japonés de Ai-no Corrida tiene algún significado concreto, porque creo que habÃa un chiste sobre como se decÃa gatillazo en japonés que era algo asÃ.
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EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS, DEBIO EN VERDAD LLEVAR EL TITULO DE LA DICTADURA DE LOS SENTIDOS, PORQUE EN ESTA PELICULA SON LOS SENTIDOS LOS QUE TE DOMINAN DE UNA MANERA IMPLACABLE . PERO LOS SERES HUMANOS PODEMOS LLEGAR A TALES EXTREMOS Y TAL VEZ ESO SEA LO IMPORTANTE DE LA CINTA