Como prometí, he empezado a dar un repaso a la filmografía de Alfred Hitchcock y he decidido iniciarlo por una película de su primera etapa, en Inglaterra, antes de dar el salto a Estados Unidos.
Esta película, Número Diecisiete, hay que verla con esa perpectiva del tiempo, del cine que se hacía en aquellos años y de la juventud y menor experiencia que el director tenía por aquella época.
Viéndola con los ojos de un espectador moderno, la pantomima y los gestos que hacen a ratos los actores, o las maquetas para las escenas del choque del tren contra el barco, pueden parecer un tanto infantiles. Pero para aquella época, en la que el cine era una atracción aún novedosa, un evento social y un invento revolucionario, debía ser algo muy moderno.
Me animé a verla después de oír hablar en el Podcast de Todopoderosos de ella a Rodrigo Cortés, Juan Gómez-Jurado, Javier Cansado y Arturo González-Campos, que dejaron ver en ella una rareza diferente al resto de la obra de Hitchcock. Realmente lo es, y en ella se ve el germen de lo que serán sus películas, pero no pasa de ser una obra menor. Os dejo el Podcast completo por si queréis oírlo, muy recomendable. Y hay segunda parte y creo que habrá tercera.
Es entretenida, mantiene el suspense en muchas partes, sobre todo en ese inicio en el que no sabes lo que está pasando y las sombras de los personajes por la casa hacen cosas raras.
La escena final de la persecución, por decir algo, del autobús al tren y el posterior accidente, está también bien realizada y todos los saltos entre vagones de los protas son creíbles y están bien rodados para ser el año que es.