Dirección: Pete Travis. País: USA.
Año: 2008.
Duración: 90 min. Género: Drama, thriller, acción.
Interpretación: Dennis Quaid (Thomas Barnes), Matthew Fox (Kent Taylor), Forest Whitaker (Howard Lewis), Sigourney Weaver (Rex Brooks), William Hurt (presidente Ashton), Bruce McGill (Phil McCullough), Ayelet Zurer (Verónica), Edgar Ramirez (Javier), Eduardo Noriega (Enrique), Saïd Taghmaoui (Suarez), Zoe Saldana (Angie Jones), James LeGros (Ted Heinkin), Richard T. Jones (Holden).
Guión: Barry L. Levy. Producción: Neal H. Moritz.
Música: Atli Örvarsson.
Fotografía: Amir Mokri. Montaje: Valdis Óskarsdóttir.
Diseño de producción: Brigitte Broch.
Vestuario: Luca Mosca.
El adjetivo que mejor define esta película es «americanada«. Se publicitó mucho en España porque aparecía la Plaza Mayor de la ciudad de Salamanca y en el elenco figuraba el actor español Eduardo Noriega.
A Salamanca acude nada menos que el Presidente de los Estados Unidos (y no a joder como dice la canción, o quizá sí), para tratar con otros líderes políticos el problema del terrorismo, entre grandes medidas de seguridad. Tras hablar el alcalde éste cede la palabra al presidente, que según comienza a hablar recibe dos balazos en el pecho. Cuando los agentes de seguridad se están recuperando de la conmoción, estallan dos bombas.
La forma de contar la historia y lo que se presume como novedoso es que vemos 8 veces los mismos hechos, pero desde diferentes puntos de vista, ya sea desde el centro de control, desde la cámara de un turista americano, desde los ojos de un guardaespaldas, etc.
Así que vamos viendo los mismos hechos una y otra vez, y se van aportando detalles nuevos. Esta narración desfragmentada a mí solo ha conseguido marearme, porque aporta poca sustancia. Hay muy poquito que contar así que se cuenta lo mismo 8 veces filtrando las novedades con cuentagotas y ya tenemos una película.
Además de las explosiones en su trama final tiene lugar una persecución hiperbólica que recuerda a Taxi o a Transporter. Resulta curioso que con los leñazos que se pegan con los coches no salte ni un solo airbag.
Lo único reseñable es la nómina de actores famosos que se dan cita. Gente como William Hurt que hace de Presi (por partida doble), Forest Whitaker (Turista americano) Eduardo Noriega (policía local), Dennis Quaid (el guardaespaldas) o el Perdido, Matthew Fox como una agente doble.
La historia queda muy por debajo del nivel conseguido por series como 24, cuya última temporada también manejaba el tema de los ataques terroristas. Una realización espídica y mareante puede ser tan aburrida como una plano fijo de media hora.
La sombra del terrorismo es una mera excusa para hacer un producto palomitero y pirotécnico, en donde los salmantinos, parecen ser todos suramericanos como Anna y su madre (de hecho salvo la Plaza Mayor de Salamanca la peli se rodó en la ciudad mexicana de Puebla .
En el punto de mira es un despropósito que más que entretener agota y eso que solo dura 85´.