Se ha estrenado la segunda temporada de una de las series que más me gustó el año pasado, La extraordinaria playlist de Zoey. Su colorido, originalidad y buen rollo la hicieron una serie diferente y agradable de ver, a pesar de su excesivo edulcorado en ciertos momentos
Va actualmente por el sexto episodio y ha entrado en un parón invernal por lo que creo que es buen momento para dar mi opinión.
Es curioso que en la primera temporada a pesar de hablar mucho de la muerte y de la pérdida de un ser querido, de un familiar cercano, la serie destilara buenrollismo en cada episodio. Eso es algo que se ha perdido en esta segunda, y por ello me gusta menos.
La segunda temporada es mucho más triste, se preocupa más de las cosas negativas con todos los personajes, es más pesimista y se regodea en lo mal que lo pasan los personajes.
En el caso de Zoey y su madre por la muerte del padre, del que no se recuperan y se quedan hundidos. Su hermano y su mujer además suman la tarea de criar al bebé.
A los compañeros de trabajo parece que todo les va mal, de una u otra forma, sobre todo a Simon, que además es el protagonista de una parte de racismo en la trama, de lo que también se habla esta temporada.
En el caso de Mo y Max, intentando sacar un negocio todo son trabas y les es difÃcil mantener una buena relación entre ellos sin que salgan roces.
Además las relaciones sentimentales (sÃ, Zoey se decide) también son vaivenes con más parte negativa que positiva.
En definitiva, se ha perdido esa magia de conseguir animarte con las canciones y querer bailar y cantar con los protas, aunque fueran de un tema duro, y a mi al menos me ha pasado con cada episodio que he visto un aire de tristeza en ellos que no tenÃa antes la serie.
Aun se supone que tenemos media temporada por delante, que volverá a HBO el 28 de marzo si todo va bien. Lo esperamos y esperamos también que en este tiempo cambie la curva del buen rollo de nuevo hacia arriba.