PelÃcula: La trama. TÃtulo original: Broken city. Dirección: Allen Hughes. PaÃs: USA. Año: 2013. Duración: 109 min. Género: Thriller. Interpretación: Mark Wahlberg (Billy Taggart), Russell Crowe (alcalde Nicolas Hostetler), Catherine Zeta-Jones (Cathleen Hostetler), Barry Pepper (Jack Valliant), Jeffrey Wright (Colin Fairbanks), Kyle Chandler (Paul Andrews), Natalie Martinez (Natalie). Guion: Brian Tucker. Producción: Randall Emmett, Allen Hughes, Stephen Levinson, Mark Wahlberg, Arnon Milchan, Teddy Schwarzman, y Remington Chase. Música: Atticus Ross, Claudia Sarne y Leopold Ross. FotografÃa: Ben Seresin. Montaje: Cindy Mollo. Diseño de producción: Tom Duffield. Vestuario: Betsy Heimann.
Es casi imposible a dÃa de hoy no coger un periódico cualquiera en España y encontrar entre sus páginas algún polÃtico, empresario, banquero, futbolista, duque, que no haya sido pillado en falta: prevaricación, cohecho, blanqueo de capitales, evasión fiscal, etc..
La pelÃcula se edifica sobre estos mimbres: sobre la corrupción institucional. La que lleva a cabo nada menos que el Alcalde de Nueva York, Nicolas Hostetler, quien se enfrenta a unas elecciones municipales frente al aspirante Jack Valliant. El control de los medios por parte del primero, las voluntades engrasadas después de los años y el poco carisma de Jack, hacen presuponer que Nicolas ganará las elecciones sin apenas esfuerzo.
Billy es un policÃa que tras disparar sobre un presunto violador fue declarado inocente por falta de pruebas. A ello contribuyó las gestiones de Nicolas, quien ahora requiere los servicios de Billy para que investigue a su mujer, quien según el Alcalde le estarÃa poniendo los cuernos. Billy enseguida se dará cuenta de qué va todo aquello. Lo de la infidelidad es un camelo. Lo que hay detrás son operaciones inmobiliarias con tantos ceros que marean. Nuestro sistema capitalista exacerba la codicia hasta lÃmites insospechados.
Un expolicÃa alcohólico es hoy en el cine un arquetipo. Billy tiene una novia que quiere ser actriz y verse en la pantalla grande. Cuando en el estreno de la pelÃcula Billy ve a su amante restregándose con el actor, que a su vez es director, le invaden los celos y su impotencia la alivia dándole al drinking, vaciando botellas de whisky, acodado en la barra de cualquier bar.
El problema más evidente de la pelÃcula es que ni funciona como pelÃcula de suspense ni como thriller puro y duro y en esa tierra de nadie es donde se hace fuerte el aburrimiento. El guión es simplón y ramplón. Cuando alguien, el alcalde por ejemplo, dice una frase rimbombante, asombrándose lo bien que suena, para admitir luego que no sabe qué significa, ya nos da una idea del tipo de pelÃcula que tenemos entre manos.
No hay reflexión ni la menor hondura en todo cuanto vemos en la pelÃcula. Más allá de mostrar a un alcalde corrupto y a un policÃa, Billy que pide purgar sus culpas a gritos.
Es agradable volver ver a la guapÃsima Catherine Zeta Jones la cual en esta pelÃcula parece una estatua maquillada, con la misma expresividad que un osito de peluche.