Los giros de guión en algunas pelÃculas suelen ser un arma de doble filo. Por un lado sÃ, le dan un nuevo sentido a lo que has estado viendo y una nueva visión a la trama, que no tiene en ocasiones nada que ver con lo que pensabas, y eso es bueno.
Pero también los hay muy truños, ya sabemos, todo era un sueño, está muerto, pero y qué… sà tenemos que hablar también de esas.
Me gustan las que te vuelan la cabeza y de repente descubres un nuevo sentido a todo lo que has visto, pero un sentido que le da vida a la historia, no que la deja como está.
Hay directores como Hitchcock que eran más de mostrar las cosas al espectador y crear la tensión precisamente porque se sabe lo que está pasando (La soga, por ejemplo) y personalmente me gustan más, como recurso de guión mantener todo el rato la expectación y el interés lo veo como un logro mayor que hacerlo sólo cuando se da el giro.
Pero veamos algunos ejemplo de pelÃculas con giros, aunque os recomiendo verlas, no os voy a contar el final.
Estoy pensando en dejarlo (Charlie Kaufman, 2020)
La extraña cabeza del excelente guionista Charlie Kaufman plasmada en una pelÃcula dirigida por él mismo. Asistimos a la anodina vida del protagonista, con mucha trascendencia y diálogos, todo se empieza a volver extraño, pero entonces, clic, descubrimos lo que estamos viendo. Hay que meterse en la pelÃcula, pero si lo haces, es muy grande. Si no quieres hacerlo, puedes leer nuestra crÃtica.
Anna (Luc Besson, 2019)
En este caso es todo lo contrario. Los giros y contragiros en la trama son constantes. Según pasa la historia te los vas suponiendo y hacia la mitad ya los asumes, pero aún asà la acción sin descanso y la maestrÃa del director francés la hacen muy visible.
El sexto sentido (M. Night Shyamalan, 1999)
Creo que es el giro de guion más famoso de la historia del cine, pero también de los que me resultan insulsos, porque el resto de la peli me parece engañosa y no te da pistas para descubrir lo que verdaderamente está pasando. A mà no me gusta, pero tenÃa que estar en la lista.
El bosque (M. Night Shyamalan, 2004)
Otra de Shyamalan, que se ha convertido en el girador de tramas del siglo XXI. Una historia curiosa (que tampoco me gusta), con giro final para sÃ, dar un nuevo sentido a todo, pero que no me convence y no me es suficiente para verla como una gran pelÃcula.
Los otros (Alejandro Amenábar, 2001)
Esta sà te cuenta una historia y se producen unos miedos, que se dan la vuelta cuando descubres la verdad, al final de la pelÃcula. No la metà en las pelÃculas que hacen spoiler en su tÃtulo, pero quizás se podrÃa incluir.
El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968)
Esta sà estaba en las pelÃculas que hacen spoiler en sus carteles. Y es que es esa escena final la que le da un nuevo sentido a todo lo que ha sucedido, que hace que sea aún peor de lo que suponÃamos, de ahà su genialidad.
El crimen de Cuenca (Pilar Miró, 1980)
Otra peli española para la lista y un hecho real para una historia dura y muy cruda. No está confirmado, pero se cree que inspiró la canción de «no estaba muerto, que estaba de parranda».
The game (David Fincher, 1997)
Una pelÃcula que me fascinó cuando la vi y me abrió de par en par la filmografÃa de David Fincher. Con Michael Douglas viviendo una paranoia de la que se nos acaba dando la solución, justo al final.
El club de la lucha (David Fincher, 1999)
Y seguimos con Fincher, porque solo 2 años después rodarÃa esta maravilla que es de las que te vuela la cabeza, de las que disfrutas viendo para acabar con un ¡¡¡¡Queeeeé!!!!
Las dos caras de la verdad (Gregory Hoblit, 1996)
Y el que repite esta vez es Edward Norton que sigue en la lista con su primer papel en el que ya nos dejó con la boca abierta y como centro de un gran giro de guion con una interpretación sublime.
Asesinato en el Orient Express (Sidney Lumet, 1974)
Inolvidable Albert Finney como Poirot y el resto del resparto lleno de estrellas, pero la resolución del caso al puro estilo Agatha Christie es antológico, asà como jugar a adivinar quién es el asesino.
Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960)
Vale, a pesar de mi alegato a favor de Hitchcock en la introducción, he metido una pelÃcula suya, pero es que Norman Bates y su madre se lo merecen. Terror cercano y una vuelta de tuerca a las relaciones madre-hijo.
El mago de Oz (Victor Fleming, George Cukor, 1939)
Varias cosas. En lo neutro: tenÃa que meter un clásico. En lo malo: tenÃa que meter un giro final infame (Los Serrano es serie, no podÃa). En lo bueno: lo importante es el camino (de ladrillos amarillos), la pelÃcula es muy divertida y tiene moraleja.