Los Gremlins (Joe Dante, 1984)

Todos los que fuimos niños en los años 80 seguro que tenemos en nuestro subconsciente, o diría más, en el consciente, esta película ochentera y no tan entrañable como la recordamos.

Porque viéndola de nuevo pensando que a mis hijos les gustaría, me he dado cuenta que sobre todo en su tramo final no destaca por su fineza. A pesar de que el comienzo es muy tierno, con el entrañable peluche de Gizmo haciéndose querer, cuando aparecen sus hermanos malvados y cuando estos a su vez se reproducen, la película se sale de esa senda de dulzura y cae en lo grotesco y un tanto bestia.

La historia ya la sabemos de sobra. Al joven Billy su padre, un loco inventor, le regala un bonito animal llamado Mogwai. El chino que se lo vende le advierte de las 3 reglas: no ponerlo a la luz del sol, no mojarlo y lo más importante, no darle de comer después de media noche.

El chaval, que debía tener ascendencia española, acaba por no respetar las reglas y lo que era una adorable criatura (a pesar de que su nombre en cantonés era espíritu maligno) acaba en una invasión de seres siniestros y destructores que siembran el caos en la ciudad.

Del reparto poco se recuerda del prota, Zach Galligan, que no despuntó, y si algo más la chica de la peli, Phoebe Cates. El director, Joe Dante, sí que nos ha dado unos cuantos títulos más de renombre, pero tampoco entra dentro de los grandes de Hollywood (Pequeños guerreros, El chip prodigioso,… ).

Algo más de suerte corrió el guionista, Chris Columbus, que ya lo había petado con Los Goonies y ha firmado El secreto de la pirámide, de la que tengo gran recuerdo o Nueve meses, que también dirigió, como también se puso detrás de la cámara en las míticas Solo en casa (1 y 2), alguna de la saa de Harry Potter, pero que como productor sí que ha hecho carrera y que está preparando Gremlins 3.

Sin embargo esa carrera de productor no la empezó hasta mediados los 90. Aquí de esa tarea se encargó Amblin, la productora de Steven Spielberg, que como siempre se dice, convertía en oro todo lo que lo que tocaba.

Los Gremlins quizás sea una película de las de recordar y no volver a ver, no sea que perdáis aquel bonito recuerdo.

Nuestra puntuación

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