Dirección y guión: Richard Shepard.
Países: USA, Alemania e Irlanda.
Año: 2005.
Duración: 97 min.
Género: Comedia negra.
Interpretación: Pierce Brosnan (Julian Noble), Greg Kinnear (Danny Wright), Hope Davis (Bean), Philip Baker Hall (Sr. Randy), Adam Scott (Phil Garrison), Dylan Baker (Lovell), Portia Dawson (Guenivere), Jonah Meyerson (Chico de 10 años), Maureen Muldoon (Gretchen), Antonio Zavala (Barman).
Producción: Pierce Brosnan, Beau St. Clair, Sean Furst y Bryan Furst.
Música: Rolfe Kent.
Fotografía: David Tattersall.
Montaje: Carol Kravetz-Aykanian. Diseño de producción: Robert Pearson.
Dirección artística: Marcelo Del Río.Vestuario: Catherine Marie Thomas
Pierce Brosnan desligado ya de su rol de James Bond, acomete este proyecto dando vida a un peculiar asesino a sueldo que atiende al nombre de Julián Noble.
La noche en la que Julián cumple años, mientras se encuentra acodado en la barra del bar trasegando tequila mexicano conoce a un vendedor Danny Wright, que está en México para cerrar un acuerdo.
El azar quiere que lo dos permanezcan varios días en el hotel, y salgan juntos por ahí, y acudan a ver una corrida (de toros). De ahí el paralelismo entre el matador-torero y el matador-matón a sueldo.
La película no llega a ser del todo prescindible gracias a la interpretación de los dos protagonistas principales: Pierce Brosnan (Julian Noble), Greg Kinnear (Danny Wright). Brosnan compone bien el papel de un peculiar matón a sueldo, insensible, paródico y adicto al sexo. Kinnear, encarna de modo solvente a ese ciudadano de a pie que sin comerlo ni beberlo entra en el flujo magnético de Julián dejándose seducir por la alocada vida del primero.
Esta comedia negra ha pasado por los cines sin ninguna resonancia en taquilla, ni en Estados Unidos ni en Europa. Magros resultados pues para una película divertida y original, bien interpretada, que sin ser brillante tiene algún buen momento.