Los Estudios Ghibli
Estamos ante una película de los grandes clásicos modernos del cine de animación. Realizada en el año 1988 por los míticos Estudios Ghibli, Mi Vecino Totoro mantiene el encanto de esas películas clásicas de animación que este estudio ha sabido mantener y realizar con gran éxito y muy buen gusto.
Los Estudios Ghibli son considerados entre los grandes de la animación y uno de sus cofundadores es el mismo director de esta película: Hayao Miyazaki, un nombre que hay que poner en mayúsculas en la historia de la animación en particular y del cine en general. Miyazaki se retiró de la dirección hace unos años, en 2013, tras lo que muy justamente se decidió conceder un Oscar Honorífico en 2015. Recientemente ha confirmado su vuelta a la dirección con una nueva película cuyo estreno suponemos que se retrasará a 2021. Una gran noticia la vuelta de un genio.
Una Historia con la Naturaleza
La historia tiene el encanto de esos cuentos sencillos y la ambientación calmada que le dan los orientales a tantos aspectos de la vida. Una familia se va a vivir a una casa cerca del bosque en el Japón de postguerra. La madre se mantiene enferma internada en un hospital mientras el padre prepara la casa junto a sus 2 pequeñas hijas.
La hija mayor ya va al colegio, pero la pequeña se pasa el día en el jardín donde se encuentra a un espíritu del bosque que solo ella puede ver, un «Totoro». Cuando se lo cuenta a su hermana, ésta intenta por todos los medios llegar a verlo y al final lo conseguirá. Hay 3 Totoros en la historia, el pequeño, el mediano y el grande, con el que más interactúan las niñas. Además otros personajes como el Gatobús ayudarán a las niñas en sus aventuras por los parajes naturales en los que viven.
La historia tiene ese trasfondo cultural japonés clásico de respeto por la naturaleza y una dulzura en cada secuencia que hace disfrutar de cada minuto por su sencillez y por su mensaje de paz y tranquilidad. En un mundo en el que hemos perdido el contacto y el respeto con la naturaleza, ha tenido que venir una pandemia a enseñarnos muchas de las cosas que nos estamos perdiendo.
Los que hemos pasado gran parte de nuestra infancia en pequeños pueblos donde el monte, la calle y la naturaleza estaban tan presentes, echamos de menos en muchos casos ese contacto tan directo con animales, plantas y la vida natural sin tanta tecnología y maquinaria cerca. Una bicicleta como mucho y éramos felices con ella corriendo por bosques, huertas, praderas y campos. Todo eso se ha perdido como lágrimas en la lluvia y hoy en día nos dan taquicardias si salimos de casa sin el móvil. Quizás esto esté a punto de cambiar o quizás no, quien sabe, pero se echa de menos.
Mensaje de Mi Vecino Totoro
Considero esta película uno de los clásicos de animación que hay que ver, y añadiría alguna película más del maestro Miyazaki. Son películas para ver tranquilos, relajados y dejarse llevar por la sencillez de sus dibujos y sus historias.
El Gran Totoro es sencillamente genial. Sin hablar transmite todas las emociones y logra comunicar con las pequeñas que le saben respetar y apreciar, algo mutuo.
La historia cuenta también la incapacidad de los mayores por ver a estos espíritus y como la pureza cuando somos niños se pierde con la edad cuando nos vamos separando de las cosas realmente importantes en la vida y nos acercamos más a cosas que nos parecen importantes pero que son banales y si nos lo planteamos podríamos vivir sin ellas.
El otro gran mensaje, desde luego, es el ecologista y el de la comunión con la naturaleza, que tiene sus propias reglas que no respetamos. Si ayudamos a las fuerzas y espíritus de la naturaleza y somos respetuosos con ellos, ellos nos devolverán ese respecto y esa ayuda. El Karma existe y fluye.
Mi Vecino Totoro Youtube
Y para disfrutar os dejo 3 vídeos de Mi Vecino Totoro en Youtube
Cuando Satsuki se encuentra en el Gran Totoro:
La escena de las niñas con Totoro en la parada del autobús:
Las niñas con la anciana vecina que tan bien les comprende y cuida: