Predators (Nimrod Antal 2010)

Dirección: Nimród Antal.
País: USA. Año: 2010.
Duración: 110 min.
Género: Acción, ciencia-ficción, terror.
Interpretación: Adrien Brody (Royce), Laurence Fishburne (Noland), Alice Braga (Isabelle), Danny Trejo (Cuchillo), Topher Grace (Edwin), Louis Ozawa Changchien (Hanzo), Walton Goggins (Stans), Oleg Taktarov (Nikola), Mahershalalhashbaz Ali (Mombasa). Guión: Alex Litvak y Michael Finch; basado en los personajes creados por Jim Thomas y John Thomas. Producción: Robert Rodriguez, Elizabeth Avellán y John Davis.
Música: John Debney.
Fotografía: Gyula Pados

Cuesta creer que el intelecto humano puede desperdiciarse de esta manera, o plasmarse en un producto tan aburrido, anodino, fofo, pésimamente manufacturado, que rehuya la menor intriga y haga imposible la mínima conexión con cuanto vemos en pantalla, al menos para mí, de ahí que me haya parecido malísima.

Vemos como caen personas del cielo en paracaídas sobre una zona boscosa. De nada se conocen, pero atendiendo a su circunstancias personales todos ellos tienen los dedos manchados de pólvora (todos no pues hay uno que se lo hace con una katana) y se dedican al oficio de matar. Así hay un violento mexicano, a la sazón sicario, un niño soldado africano ya crecicito, un soldado, un yakuza, un reo de los más peligrosos, mercenarios, y un doctor, que no sabemos qué pinta en ese fregado.

El caso es que en ese territorio hay Predators unos bichos asquerosos, que andan sobre dos patas, y tiene una cabeza con un rostro que acojona. Así que los humanos tienen que ponerse las pilas si no quieren convertirse en parte del menú de los Predators. Como si de un videojuego se tratara, los personajes, son poco menos que trozos de carne que empuñan armas y disparan, a no ser porque dos de ellos, Royce e Isabelle quieren conocerse mejor y expiar sus pecados juntos haciendo manitas, mientras todo arde y caen chuzos de punta, ofreciendonos unas conversaciones que no voy a detallar, pues me acabaría encendiendo.

No puede ser la película más lenta y aburrida. Ni cacería, ni lucha por la supervivencia, ni convivencia intergrupal, ni nada de nada. Sólo el vacío más absoluto, mucha pirotecnía y balas. La entrada de Fishburne en acción ya es el acabose. Si hasta entonces era un plomo entonces ya entra en estado terminal.

Cuando veo bodrios como este me pregunto qué pensarán los que ponen el dinero cuando vean un resultado tan nefasto. Hagan lo que quieran, pero es con creces una de las peores películas que he tenido ocasión de comentar en este blog, y van unos cientos.