En el primer episodio no lo dije, pero en Pushing Daisies hay una voz de un narrador que nos va llevando por la vida del protagonista y que tiene la costumbre de indicar los años, semanas, días, horas y minutos de vida de todos, como una más de las excentricidades con las que nos encontramos. También destacaría en ese la dirección artística en la serie, muy original y peculiar.
Las situaciones cómicas entre los 3 protagonistas se siguen dando cada vez que los 3 están juntos. También es muy cómica la historia de amor imposible entre Chuck y Ned, siempre seguidos de cerca por la celosa camarera y vecina enamorada de Ned y a quien él evita tocar, aunque por distintas razones que con Chuck.
En este episodio se ven obligados, siguiendo las pistas de un caso, a internarse en una extraña fábrica con modelos chaladas, técnicos cabreados y dummies asesinos, que encierra además otras surrealistas sorpresas.
Este episodio tiene además unas cuantas referencias cinéfilas a otras películas, sobre todo de terror, pero también de «barcos hundidos«.
A la camarera la oímos interpretar de forma entregada y frecuentemente interrumpida la canción Hopelessly devoted to you, que aparecía en la película Grease y que deja patentes su sentimientos para con el pastelero Ned y deja patente el sano sentido del humor de la serie.
El episodio, no sé porqué, me parece que tiene un aire a las locas aventuras del Superagente 86 (que dentro de poco volverá en pantalla grande) y el coche ecológico del futuro, el Diente de León SX es muy cachondo, tanto como ver que el jefe en vez de usarlo, como los demás empleados, conduce un Hummer.
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