Cuando uno se enfrenta a una serie basada en una novela de Douglas Adams, lo absurdo es un desfÃo para buscarle sentido, y lo desconcertante sabemos que tendrá una razón de ser. Todo acaba encajando en un momento u otro, pero al principio no sabes lo que está pasando.
Quizás su obra cumbre, con adaptación en este caso al cine, sea La GuÃa del Autoestopista Galáctico. Aquà sà que Adams se entregó a fondo y esta obra fue la que le dio fama mundial en su momento. Muchos lo conoceréis gracias a ella.
Dirk Gently tiene ese estilo inconfundible de las historias de Douglas Adams y en este caso la historia gira en torno a Todd (Elijah Wood), un desastre como persona en lo personal y en lo laboral, que un dÃa es testigo de algo entre paranormal y absurdo cuando se produce un asesinato en el hotel en que trabaja como botones.
Sin quererlo ni saber muy bien como, un extraño que dice ser detective holÃstico y que responde al nombre de Dirk Gently (Samuel Barnett), le ficha como ayudante para investigar el crimen. Este detective cree que todo en el mundo está conectado, más o menos en lo que se basa la holÃstica. A partir de unirse a este raro personaje, las cosas en su mundo dejarán de ser normales y a ellos se unirán seres aún más extraños.
Los personajes que sobrevuelan los capÃtulos de esta serie son a cada cual más raro y las peripecias en que se meten para ir resolviendo el caso son de lo más rocambolesco. En el caso está implicado un inventor del siglo XIX, una asesina también holÃstica o una secta que cambia almas de cuerpo, no son fáciles de explicar.
Ya ha habido versiones antes de esta obra de Adams, que no he tenido el gusto que ver, pero esta que nos ocupa es colorista, alegre, alocada, tiene ritmo y verborrea a raudales y es de las de no quedarse dormido viéndola, más que nada porque cualquier momento pequeño que te pierdas, puede tener su consecuencia posterior, que también te perderás.
No es apta para relajarse y pasarse un tiempo sin pensar en nada, porque en ese caso no te meterás en la acción y la serie te parecerá sin sentido, pero, hacedme caso, cada vuelta que se da en esta serie es para embocar una salida, por raro que parezca en algunas ocasiones, todo cobra sentido.