Una de las grandes series disponibles ahora mismo en HBO es Sharp Objects, creada por Marti Noxon, basada en la novela de Gillian Flynn.
La serie nos cuenta cómo una periodista, Camille, regresa a su pueblo sureño de nacimiento para cubrir la noticia de la muerte de dos chicas adolescentes asesinadas.
El regreso supone para Camille volver a la raÃz, a la genealogÃa del mal, también tener frente asà a su madre Adora, y conocer a Amma, su hermana. Camille constata cómo irremediablemente los infaustos recuerdos del pasado, como la muerte de su hermana regresan en aluvión, atormentándola.
La serie se abre en dos direcciones. Por una parte, la indagación de los crÃmenes y la búsqueda del presunto asesino. Ahà los más y los menos de Camille con la policÃa local tratando de buscar un quid pro quo que beneficie a ambos. Por otra, Camille debe lidiar con los demonios familiares, su turbulenta relación con la madre, los devaneos de la hermana adolescente. Todo ello manifestado con gran verosimilitud.
Uno de los grandes aciertos de la serie consiste en su guión, complejo, lleno de matices, plagado de sorpresas. Al igual que la conducta de Camille lo que vemos resulta asà de impredecible. Soberbia la interpretación de Amy Adams, en la piel de Camille. Otro tanto podemos decir de Patricia Clarkson como Adora. Soberbias ambas.
Se evidencia cómo ciertas relaciones filiales se consuman en apegos feroces, tóxicos, letales, cuando median enfermedades y las acciones del pasado dejan todavÃa en el presente heridas, cicatrices, autolesiones.
Fabulosa la banda sonora con temas de The Doors, Led Zeppelin, The War on Drugs, The Acid, Agnes Obel, Carl Perkins…
La intriga, que va en en aumento hasta el clÃmax de su capÃtulo final, se extiende hasta los tÃtulos de crédito, que son necesarios visualizar para poner cara al asesino.