Me sonaba este título de alguna novela reciente, y así es, porque está basada en el libro que escribió A.J. Finn y que no he tenido el gusto de leer, y que ya no leeré después de ver la película.
Y también me sonaba que esta película no era muy moderna. Sin embargo, al verla en Netflix sí aparecía como novedad. Buscando información, parece que fue una de las damnificadas por la pandemia en 2020 y su estreno se retrasó. Tanto que al final ha sido la plataforma de streaming la que la ha estrenado sin pasar por salas.
Se nos cuenta la historia de Anna (Amy Adms), una mujer que padece de agorafobia y se pasa la vida encerrada en su enorme y oscura casa en la ciudad, entretenida en fisgonear a los vecinos y sin mucho otro interés en su vida, ya que no ejerce como la psiquiatra que es.
Un día recibe en casa la visita de la nueva vecina que se ha instalado en la casa de enfrente con su familia. Ya había conocido al hijo y poco después conocerá al marido. Una noche desde su ventana ve como acuchillan en su propia casa a la mujer. Cuando denuncia a la policía, esta no la encuentra, la vecina resulta ser una mujer diferente y todo lo achacan a su débil estado mental, que vemos que es peor de lo que en un principio creíamos. Y no cuento más para no estropear la trama.
Lo cierto es que la idea de la historia tiene mucho potencial, pero me temo que en algún punto no acaba de funcionar, no acaban de atarse bien los hilos y la película se vuelve confusa y desacertada.
Amy Adams hace una interpretación buena, pero no está acorde con la historia. Hay escenas que no tienen relevancia para la trama y los pocos personajes secundarios que hay no me acaban de convencer.
Por ejemplo todo lo relativo al hijo no resulta muy creíble. El inquilino parece que está puesto para adornar. El vecino, interpretado por Gary Oldman se pasa gritando, que no interpretando el 95% del tiempo que está en pantalla. Julianne Moore es un McGuffin que sirve para hilar la trama, pero no tiene peso y Jennifer Jason Leigh podría no estar en la película y casi ni nos daríamos cuenta. Sé que dice alguna frase, pero como si no las dijera.
Además es oscura ya que la mujer vive en esa casa casi sin que le entre la luz, pero a pesar de eso su encerramiento parece más psicológico que físico, por lo que el hecho de no haber luz no da mas dramatismo.
Es inevitable pensar en alguien encerrado en casa, que se pasa los días mirando por la ventana y ve una asesinato, sin que se nos vena a la mente La ventana indiscreta, pero no es única película de Hitchcock que se nos viene a la mente en este caso. Vértigo, por ejemplo, que la tengo recién vista, también tiene su parte de relación con la historia y ese estilo del orondo director inglés.
En general no me ha gustado. No le he visto gracia, la historia no está explotada lo suficiente o no está bien contada y no le veo alicientes para poder recomendarla.