Hace poco fue El Dia de la Marmota… otra vez y ya os hemos hablado de coproducciones españolas que han intentado hacer remakes de esta peculiar aventura temporal como fue Un día sin fin.
El increíble finde menguante incluye una variable más y es que, como dice en su promoción, no es un bucle, es una cuenta atrás. Pero sí recuerda a Atrapado en el Tiempo y a mi personalmente a El Club de los Cinco.
Alba (Iria del Río) es una joven bastante desastre. Para pasar un finde con sus amigos alquila la casa en que pasaba los veranos de niña con sus padres, pero se olvida de llevar el agua y por su culpa ocurren otra serie de desastres, por los que ella no se preocupa para nada.
En una fábrica de armas abandonada y derruida por la que pasa un río ocurre algo extraño, pero ella no le da importancia. El caso es que cuando se están marchando se queda dormida y al despertar ve que están volviendo. Ese día extra que ella cree que van a pasar en la casa lo pasa bastante desconectada, pero pronto se dará cuenta que es el mismo día que se repite, aunque cada vez el bucle comienza una hora antes, es una cuenta atrás.
La parte positiva de la historia es la evolución del personaje. La Alba que vemos en la escena final no es la misma que vemos en la primera. Eso es algo que valoro mucho en la creación de los personajes, que evolucionen de manera evidente. Aquí ella encuentra el porqué luchar antes de que la cuenta atrás culmine y vemos su esfuerzo y sus resultados.
Lo malo es que hay muchas cosas que de un bucle temporal a otro no tienen peso y sobre todo al principio la historia está bastante perdida, nosotros mismos nos perdemos en cuanto a no saber qué pasa, qué le mueve o si es un nuevo bucle o no. En los últimos, cuando solo son unas pocas horas las que se repiten, sí se centran más en las cosas importantes para ella y para salvar su relación de pareja (Adam Quintero), para soltarse de las ataduras de su padre (Luís Tosar, apareciendo sólo como voz en OFF) y para encontrar su lugar en la vida.
Sí que hay algo que refuerza los saltos temporales, y es que al igual que el número de horas que se repite se va reduciendo, también lo hace el ancho de la pantalla. Llegando a… bueno, eso hay que verlo.
Lo cierto es que sin ser un peliculón y teniendo claro que no es una película imprescindible, sí que te deja un buen sabor de boca después de verla, a pesar de ser muy predecible y no haber giros en la historia, sí que resulta el tramo final fluido. Como decía antes el inicio es un tanto caótico y pierde fuerza, pero también es acorde con lo perdido que está el personaje de Alba, por lo que puede que en conjunto funcione debido a ello.
Los parajes naturales rodados en Navarra son para ir a disfrutarlos y también la banda sonora que se acopla muy bien a la narración.
Como curiosidad, podéis leer el guión de El increíble finde menguante, ya que desde la web de la Academia de cine ponen enlaces a todos los guiones de todas las películas candidatas a los Goya de los últimos años. El director y escritor del guión es Jon Mikel Caballero, en su debut en el largo, creo que con buen pie, habrá que seguirlo.
En cuanto a las interpretaciones, Iria del Río es la gran y absoluta protagonista y está a la altura, se ve como decía la evolución y eso se consigue con buena interpretación. Entre el resto de secundarios sonarán sobre todo los nombres de Jimmy Castro y Nadia de Santiago, una pareja de intérpretes a los que llevamos muchos años viendo, sobre todo en la pequeña pantalla.
Lo que no tiene ninguna relación es el juego de palabras con el título, que se supone que hace referencia a El increíble hombre menguante. Le han puesto lo del finde incluso para asimilar las sílabas y todo, pero entre un hombre que cada vez se hace más pequeño y un bucle que cada vez sucede una hora antes, no le acabo de ver la gracia. Así el título ha quedado algo más vulgar y la película parece de menor calidad de la que realmente tiene, ya que está muy bien rodada, con un buen equipo.
Además hay que valorar también esa pequeña muestra que retrata la juventud actual sin objetivos, con trabajos precarios, con dificultades para salir de casa, conseguir indepencia, un trabajo bien remunerado, estabilidad laboral y emocional… Parece que la gente con estudios universitarios tenga peor futuro que un Youtuber que solo piensa en el día a día, pero es la realidad que se da en muchos casos, tampoco hay que generalizar.
Os dejo también el trailer: